¿Cómo se forman los buenos hábitos?

septiembre 7, 2019
¿Cuántas veces te has preguntado si cerraste la puerta? Luego lo verificas y descubres que sí estaba cerrada. Es una acción que se ha vuelto tan automática que ya no piensas en ella conscientemente. Simplemente lo haces. ¿Por qué? Porque has desarrollado el hábito de pensar: „Cada vez que salgo de casa, cierro la puerta”. Cuando te encuentras en una situación que te recuerda a ese hábito, actúas de forma automática. Puedes usar este conocimiento para eliminar malos hábitos y reemplazarlos con un estilo de vida saludable. Intenta seguir tendencias saludables.

1. Programa un momento para el nuevo hábito
Probablemente tengas horarios y desencadenantes específicos que activan tus hábitos. Por ejemplo, te cepillas los dientes antes y después de dormir. Esos dos momentos te llevan automáticamente al baño. ¿Te despiertas a las 6 a.m. durante la semana y también los sábados? Esa es la fuerza del hábito. Tu cuerpo actúa automáticamente, sin que lo pienses. Utiliza este principio si quieres adquirir un buen hábito — como entrenar en casa o en el gimnasio. Establece exactamente cuándo entrenarás y cúmplelo. Si decides entrenar los martes a las 19:00 h, tu cuerpo te lo recordará automáticamente después de un tiempo. Si no vas al gimnasio ese día, te sentirás incómodo — ¡es martes a las 19:00, deberías estar entrenando! También puedes crear una rutina en casa, como sucedió durante la pandemia. Ignorar tu reloj biológico es problemático. Es como irse a la cama sin cepillarse los dientes — se siente mal.
2. Cambia el entorno para romper un mal hábito
Si sabes que al ver series en el sofá por la noche tiendes a comer snacks, cambia el ritual. Escucha música, sal a caminar o lee un libro. Si compras comida chatarra cada vez que vas al supermercado, cambia de tienda y dirígete directamente a la sección de alimentos saludables. Después de un tiempo, te acostumbrarás. Si fumas un cigarro con el café, cambia el café por yerba mate o bébelo solo en casa, donde no puedas fumar. Evita situaciones que desencadenen el mal hábito.
3. Define el desencadenante del nuevo hábito
Dite a ti mismo: “Siempre que esté en el autobús o en el tren, escucharé un audiolibro o leeré un libro”. O: “Siempre después de despertarme, bebo un vaso de agua con limón”. La idea es automatizar actividades útiles bajo condiciones que se repiten con frecuencia.

4. El poder de la asociación
Las personas funcionan de forma simple: evitamos el dolor y buscamos el placer. Si asocias las papas fritas con disfrute y el gimnasio con esfuerzo, elegirás las papas fritas. Por eso, ante un mal hábito, piensa en lo que realmente te molesta — como la culpa, la baja autoestima o el miedo a subir de peso. Y cuando pienses en entrenar, recuerda los mejores momentos — tu ejercicio favorito, los elogios de otros o la buena sensación después del entrenamiento, cuando ves los primeros resultados.

5. Sustituye los malos hábitos por un estilo de vida mejor
No se pueden reemplazar hábitos fuertes con “nada”. Rara vez te irías a dormir sin cepillarte los dientes — a menos que tengas otra forma de limpiarlos. Del mismo modo, necesitamos un reemplazo que satisfaga nuestras necesidades. Cuando tenemos demasiado tiempo y nos aburrimos, tendemos a hacer cosas poco productivas — navegar sin rumbo, mirar televisión, comer dulces. En cambio, encuentra un buen hábito que te dé alegría. Por ejemplo: “En lugar de mirar redes sociales, salgo a caminar, leo sobre motivación o practico trucos de fútbol”. Así, el nuevo comportamiento se activa automáticamente: “Tengo tiempo, estoy aburrido — entonces, como siempre, salgo a caminar”.
Palabras clave (SEO): cambiar hábitos, crear nuevos hábitos, dejar malos hábitos, rutinas saludables, motivación, mejorar el estilo de vida, rutina de gimnasio, atención plena, autodisciplina, cambio de comportamiento, psicología de los hábitos