Cuando tus profesores te dicen que eres débil…

septiembre 7, 2019
¿Cuántas veces has escuchado que debes estudiar mucho y tener buenas notas para tener éxito, porque el éxito es solo para personas “inteligentes”? A los niños cuyos nombres aparecen en los cuadros de honor se les predice un gran futuro. Pero ¿qué pasa con aquellos que no están en esa lista? ¿Qué pasa con los niños que sacaron malas notas y a quienes sus profesores les dijeron que eran vagos, mediocres o débiles? Comentarios así pueden dañar profundamente la autoestima e impedir el desarrollo de talentos individuales.

Un ejemplo interesante es William Shockley – premio Nobel e inventor del transistor. Cuando era niño, participó en un experimento en el que un grupo de estudiantes realizó una prueba de coeficiente intelectual (CI). Los investigadores anotaron los nombres de los que obtuvieron las puntuaciones más altas y siguieron su evolución. El objetivo era demostrar que un CI alto determina el éxito en la vida. Pero William no estaba entre los “elegidos”. Y aun así, más tarde fue galardonado con el mayor honor en física: el Premio Nobel.

¿Y cómo recordaban los profesores a Lionel Messi? Como un alumno tímido, perezoso, sin ganas de aprender y con pocas habilidades útiles. Si se hubiese creído en eso, sería difícil explicar cómo llegó a ser uno de los mejores futbolistas del mundo, un modelo a seguir y un empresario exitoso. El problema es que los profesores solo evaluaban el rendimiento académico y sacaban conclusiones a partir de ello. Tal vez Leo no era bueno en francés y no se esforzaba mucho – pero eso no lo hacía “perezoso”. En el fútbol, era pura pasión. Se centró en lo que lo entusiasmaba – y se convirtió en un maestro. Cada persona tiene fortalezas y debilidades – lo importante es descubrirlas y potenciarlas.

¿Sabías que Albert Einstein no fue aceptado inicialmente en la Escuela Politécnica por sus malos resultados en humanidades? Sus padres estaban preocupados porque empezó a hablar muy tarde. Lo alentaron a pensar en imágenes – y precisamente esa capacidad le permitió más tarde desarrollar la teoría de la relatividad mediante experimentos mentales. El término “síndrome de Einstein”, acuñado por Thomas Sowell, describe a personas especialmente inteligentes que empiezan a hablar tarde. ¿Quién hubiera pensado que algo visto como una desventaja podía ser una fortaleza?

Antoine Griezmann soñaba desde niño con ser futbolista profesional. Pero muchos entrenadores de clubes franceses lo rechazaban por su baja estatura. Era “demasiado pequeño, demasiado callado” – sin futuro en el fútbol. Si les hubiese creído, hoy no jugaría en el FC Barcelona ni formaría parte de la selección nacional francesa. También Laurent Koscielny y Franck Ribéry fueron descartados por razones físicas. Los entrenadores estaban equivocados. Pero ¿cuántos jóvenes talentos habrán abandonado sus sueños por juicios erróneos como estos?
Este artículo quiere mostrarte: no tienes que ser bueno en todo – y no puedes serlo. Incluso los genios tenían debilidades. Pero al centrarse en sus fortalezas, se convirtieron en expertos. No se trata de tener éxito en todo, sino en aquello que se te da bien. Piensa en lo que más te gusta hacer – ya sea deporte, arte o ciencia. No importa lo que otros piensen de ti. Los profesores, padres o entrenadores no conocen todo tu potencial. No pueden predecir tus capacidades. Solo una persona puede hacerlo – ¡tú mismo!
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